Convocatoria de Encuentros de Luz en Luna Llena. Julio del 2020: Mentes en paz

revelión 


 
Nuestro espíritu se remueve en su rincón, absorbe más vibraciones de las que puede asimilar.
En tiempos de cambio, el alma se adapta sin menguar ni una pizca su labor más importante: susurrarnos qué quiere nuestro corazón, qué nos hace realmente felices.

Pero el ruido oculta la verdad. Y solo oímos ruido. Sólo el ruido incesante de nuestros pensamientos y el de los demás. Una gran humanidad pensando y nosotros acoplando nuestros pensamientos. Ruido. Demasiado ruido.

Nuestra alma vive en paz, pero se remueve cuando la ignoramos.
No podemos enseñar paz a lo que ya es.
No podemos mostrar quietud o serenidad a lo que ya está.
Son nuestras mentes las que no saben de paz, ni de quietud o serenidad.

Hay que explicar, mostrar, practicar… 

Conseguir una mente en paz es abrir la puerta a nuestro corazón.
Hay mil técnicas para entrenar la mente.
Hay diez mil para reajustarla.
Infinitas para esquivarla.

Una, a mi entender, para entrar en su flujo, comprender, dejar ser y fluir.
No es una técnica, no es un entrenamiento, ni un método.
Al igual que no hay método para hacer sentir feliz a una persona profundamente triste. O hacer ver a alguien que se equivocará y sufrirá.

Nos queda, escuchar, comprender y acompañar.
Nos queda amar lo que es el otro. Lo que soy yo.
Y yo soy un ser completo, con todos los elementos que el Universo ha puesto en mi inteligentemente. 

¿Quien soy yo para dudar de una decisión tan enorme?.

¿Quien me hizo creer que no soy completo?.

¿Quien sembró en mi la duda de necesitar algo para ser feliz?.

¿Quien me hizo creer que soy defectuoso?.

¿Quien inventó los defectos y quien los vio como algo negativo?.

¿Quien señaló que lo que me molesta del otro deber ser eliminado, ignorado o apartado?. 

¿Quien dijo que el otro es mejor o peor que yo?.

¿Quien se atrevió a decirme que estamos separados y que no tenemos relación con los demás, con nuestra Madre Gaia, Padre Sol y nuestra hermana la Infinidad?.

Yo, humana, creo a veces ser un ser incompleto.

Yo, humana, me creo con el derecho de cuestionar una decisión del Cosmos.

Yo, humana, experimento la felicidad efímera al acumular objetos.

Yo, humana, creo, verifico, reafirmo o intento eliminar u ocultar mis llamados defectos.

Yo, humana, los pienso en negativo.

Yo humana, me siento sola, alejada de todo y desconectada.

Yo, humana, veo en el otro anhelo y deseo de excesos o carencias.

Yo, humana, amo, odio, deseo y vibro hacia el cielo, pero también hacia mis infiernos.

Yo, humana, me olvido de quien soy y qué vine a hacer. De donde vengo, hacia donde voy. 

Escucho todo lo que soy. No lo pienso.
Yo, humana, escucho mis pensamientos.
Escuchando, pienso más.
Escucha más.
Escuchar es entender un mensaje sin juzgar ni valorar.
Yo, humana, escucho mis pensamientos, sin más.
No juzgo. Callo.
No valoro. Observo.
Escuchando empiezo a comprender.
Comprender situaciones sin quejas, ni venganzas.
Y al comprender me apaciguo.
Y al no comprender suelto.
Comprendo todo. Y lo que no, dejo ir, se diluye, se suelta, le permito ser.
Y acompaño lo que se va y lo que se queda.
Acompaño lo bueno y lo no tan bueno.
Respira….
Soy lo que soy. Una pequeña estrella en medio de la inmensidad.
Cuestionando lo obvio.
Sin mirar, sin sentir.
Intentando sentir a través de la mente. Que simula sentir.
….
….
Soy lo que soy. Una gran estrella para los pequeños mundos que he creado.
Dándome cuenta a veces que creo desde el amor.
Otras veces, la mayoría, dándome cuenta que creo desde mi mente.
Gracias mente, gracias pensamientos.
Soy lo que soy. Un planeta desierto y árido a veces. Otras, repleto de vida. Otras oscuro e infernal.
A veces amando mi esencia. Otras odiándola.
Gracias por sentir.
Soy lo que soy. Un átomo, partícula o rayo de luz, viajando a través del espacio-tiempo a velocidades inimaginables.
A veces me siento diluir en la aparente soledad del Cosmos. Otras siento la plenitud cuántica.
Gracias materia.
Soy lo que soy. Un agujero negro en el que al acercarte al horizonte de sucesos ya no hay escapatoria.
A veces me pierdo en la densidad de mi propia gravedad. A veces veo que tanta densidad y oscuridad solo es la mayor concentración de luz que pueda existir. Doblada, retorcida, pero luz y creación.
Gracias densidad.
Soy lo que soy. Perspectiva desde mi mirada. Dimensional desde la comprensión del Gran Infinito.
Y me pierdo en mi mundo individual. Y también me diluyo en la Gran Red.
Gracias espacio.
Somos lo que somos. Un respiro de aire fresco.
Un suspiro de alivio en el Cosmos.
Una sonrisa en el Creador.
Un salto evolutivo.
Un error maravilloso.
Un azar bien pensado.
Somos conciencias despertando.
Somos humanos comprendiendo.
Somos humanos tomando perspectiva.
Somos todo lo increíble que puede ser una creación tan única como la nuestra.
Y miro todo lo que soy.
Observo todo lo que pienso.
Y amo esta vida. Todas las vidas.
Y aunque no comprenda, no comparta o me rebele ante mis hermanos, lo haré con la convicción de expresar mi sentir respetando el camino de cada uno.
Gracias Uriel por soltar lo que maldigo de mi. Por rescatar lo que amo de mi.
Gracias Uriel por hacerme comprender.
Gracias Uriel por sanar mi mente para que ella pueda ver en paz.
Sano escuchando, comprendiendo y acompañando.
Mi mente observada.
Mi mente liberada. No te juzgo. No me juzgues.
Comprendo lo que has hecho, haces y harás por mi.
Me acompaño, te acompaño. Acompaño a mi mente por lo caminos más oscuros y peligrosos. No niego, no evito.
Respira…
Estar en paz implica soltar.
Soltar qué…
Soltar cuándo…
Acciones, decisiones, personas… pero también creencias, pensamientos, bloqueos o incluso partes esenciales de nosotros mismos.
Gracias Ariel que me acompañas en ese difícil momento de desapego.
Gracias por hacerme ver lo que no necesito porque yo soy completo tal como soy.
Soltar implica ver como si fuera por ultima vez lo que te rodea.
Y viviendo conscientemente ese momento presente ves con claridad lo que seguirá en tu vida y lo que no.
Soltar para sentirme en paz..
Y caigo en los brazos de Uriel y Ariel…
Caigo y siento sobre mi la gravedad. Y mi cuerpo cae sobre brazos de luz.
Me sostienen y yo,  suelto.
Me abraza la luz y me lleva.
Y abandono mi mente a la paz de Uriel.
Y mi mente se entrega al desapego que nos muestra Ariel.
Suelto en paz.
Sea lo que sea.
Suelto.
Se va..
Se lo llevan.
Se aleja rodeado de luz.
Quizá a otro le sirva. A mi ya no.
Y suelto.
Todo se aleja de mi.
Y solo quedo yo y mi respiración.
Respira…
No hay nada ni nadie.
Solo la luz que acompaña a lo que suelto.
Suelto y me despido.
Ariel, Uriel acompañan mi desnudez.
Y me fundo en su luz…
….
….
….
….
Respira…
En la próxima inhalación traes a ti la materia, la densidad y tu mente purificada y sanada.
Respira y vuelve.
Vuelve y siente.
Gracias.











Compartir:

Convocatorias Anteriores