Por algún motivo el Arcángel Rafael
me acompaña estos días y se abre en mi un proceso de reflexión,
indagación y sobretodo sanación para mi, mi entorno y los que me
rodean. Y así me lo hace saber. Sin saber qué, cómo ni cuándo, me
pongo a canalizar y a escribir guiada por su luz y con la incógnita
del mensaje que nos traerá para Encuentros de Luz.
La sanación es un proceso de cambio y
evolución. No es un poder ni un efecto milagroso. Es una habilidad
que todos poseemos. En realidad el estado natural del Ser es existir
“sanado”, nuestra Alma es pura y no tiene nada que sanar. Pero
convive con un cuerpo físico, emocional y mental que sí necesita de
esta habilidad.
Buscamos la sanación y sus resultados
antes de encontrarla en nosotros mismos. Todos tenemos la capacidad
de sanarnos y sanar pero en un mundo de limitaciones mentales, el
infinito de posibilidades de ser y existir se limitan a muy pocas.
Quizá creamos que el sanar es eliminar
enfermedades físicas o emocionales. Y no se trata de eso. Sanar es
entrar en un estado de conciencia donde aceptas comprendiendo
situaciones que han de ocurrir, donde conoces cuándo, cómo y por
qué sanar y sobretodo adquieres una mente sin límites ni fronteras,
dejando a tu alma expandirse para que el resto de partes físicas que
la acompañan funcionen a la par.
La mayoría de veces nos sanamos y
sanamos a otros de manera inconsciente. De igual manera enfermamos.
La enfermedad (mental o emocional) no es lo contrario de la sanación.
La enfermedad es la puerta de entrada a ella. Cuando enfermamos algo
nos esta avisando de que algo no funciona cómo debería. Es el
momento de mirar a la cara a esa enfermedad. No ignorarla y observar
qué nos está mostrando y si estamos dispuestos a atravesarla para
aprender de ella. Atravesarla ya es parte de la sanación porque
evolucionamos. Independientemente o no de si finalmente esa
enfermedad nos vence o ha venido para quedarse.
Atravesar la enfermedad es entrar en la
oscuridad, en lo desconocido, en el miedo, el terror y el pánico.
Creemos que ninguno de ellos es nuestro, sino algo externo al que
debemos enfrentar luchando. Creemos que la enfermedad no es nuestra,
el miedo tampoco y todos nuestros esfuerzos se centran en
eliminarlos.
Sí son tuyos. No es tu culpa. Nadie es
culpable de nada. La culpa no existe en el Universo. Es un concepto
humano y mental. Todo ocurre por algo. Si enfermaste por llevar una
vida con poco cuidado de tu cuerpo, la enfermedad te muestra algo. Si
enfermaste aun llevando una vida sana y cuidada, la enfermedad te
muestra algo. Nada es justo o injusto.
Perdemos la visión real y Universal de
la función de una enfermedad. En realidad no deberíamos llamarlo
enfermedad sino Cambio. Un planeta no enferma cuando llega al final
de su existencia tal como ha sido, se prepara para un cambio o
transformación. Un cáncer de igual manera es un cambio hacia otro
estado de conciencia y de materia. Una depresión igual.
La enfermedad conlleva sufrimiento.
Pero no deberíamos llamarlo sufrimiento, sino resistencia al cambio,
a la evolución. Y esa resistencia puede llevar a la transformación
total o la muerte entendida como concepto humano. Aunque solo es una
transformación más.
La resistencia es el miedo a lo
desconocido. Es el no vivir. Es el malgastar la vida y la energía en
evitar ese cambio, que tarde o temprano llegará de un modo u otro.
Cuantas cosas en vuestras vidas os
resistís a cambiar! Que fluido sería todo si acompañaráis de la
mano a cualquier cambio que se produjera en vuestras vidas!!
Pero que poco humano sería actuar sin
miedo, sin resistencias, sin sufrimiento. Tan acostumbrados a estos
compañeros inseparables. Que otra estrategia sino aceptarlos también
como compañeros pero dando el paso de tomar conciencia de cuándo se
apoderan de nuestra vida y agradecerles su labor tomando las riendas
en momentos clave!!
El final del sufrimiento, el miedo, la
enfermedad y la resistencia aún están lejanos pero mientras podemos
empezar a tomar conciencia de su verdadera posicion en el universo y
en nuestras vidas desde la visión del Todo y quitarles así el poder
que les hemos otorgado durante tantos y tantos siglos.
Nada es bueno ni malo en sí, más allá
de vuestros valores éticos y morales y necesarios de convivencia
humana. Pero a efectos de una visión cosmológica y de la función
de nuestra alma aquí en la Tierra, esas creencias y valores no deben
regir nuestra vida de una forma estricta. Ni la muerte, ni la
enfermedad, ni las catástrofes, ni las desgracias, en vocabulario
humano son buenas ni malas. Solo son, existen al igual que nosotros.
Nosotros también podemos ser vistos o tratados como si fueramos una
enfermedad, un sufrimiento, una resistencia para otros. Imaginaros
eso. Y que el otro luchara contra nosotros con todas sus fuerzas para
que dejáramos de existir, desaparecer, sin ninguna explicación ni
diálogo. Sin importarle por qué actuamos como actuamos, por qué
nos malinterpreta o tiene esa creencia de nosotros.
Alguna vez os habéis comportado así
con alguien?.
Alguna vez alguien se ha comportado así
con vosotros?. Como si fueráis una enfermedad, un sufrimiento, un
elemento perturbador?.
La sanación no es propia de algunos
maestros o personas con poderes especiales. Todos tenemos ese
potencial y podemos desarrollarlo. Solo hemos olvidado como hacerlo.
Pero cómo?. Nuestras células pueden
autosanarse, pueden hacerlo por ellas mismas pero la persona es
cuerpo y alma y ambas deben sincronizarse, siendo conscientes la una
de la otra, trabajando conjuntamente, disolviendo los limites de la
realidad, centrándose en la energía del Todo, de la Fuente, de
nuestro Origen.
El cómo es lo de menos. Meditación,
imposición de manos, canalizando energía, utilizando elementos
intermediarios pero potenciadores como cristales, hierbas…. Como a
cada uno le resuene.
Todos ayudan, todos potencian, pero el
origen de la sanación está en nosotros.
El cambio interno, el cambio externo…
un proceso sanador puede ser tan radical que puede ser vivido como
una enfermedad. Una enfermedad es una sanación en sí. Cambia
energías, materia, cambia pensamientos, ideas, creencias, cambia a
la humanidad.
Como conecto con mi habilidad
sanadora?.
Todo comienza con una pequeña
vibración. La vibración de tus células, pequeñas, casi tan
imperceptibles pero ahí están. Cada célula compuesta por millones
de átomos que vibran, sus partículas, electrones, vibran. Y siendo
conscientes de que esa vibración no se produce en un espacio físico,
tangible, ya que se da en un ínterespacio. Miles de millones de
electrones de nuestro cuerpo girando y produciendo una vibración, un
cambio magnético a su alrededor. Uno tras otro, uno más otro.
En un vibración sin fin y al compás
de la vibración de nuestra alma. En sintonía ambas.
Al igual que has sentido la vibración
de los electrones de tu cuerpo, sientes la vibración de tu alma.
Una vibración única e irrepetible, pues vibra por las épocas
vividas, los planos existenciales vividos, vibra por la alta o la
baja densidad, vibra por lo lejos o cerca de la Fuente, vibra por la
conciencia que tenemos de ella misma… y así un sinfín e
interminable listado de sucesos que hacen que un alma vibre de una
manera u otra. Nunca ni una igual por pequeña o corta que haya sido
su intervención en la Tierra.
Vibración física y vibración álmica
se resuenan, en consonancia. Cuando se descuadran, desajustan todos
los elementos vibratorios. Cuerpo y mente cada uno a la suya. Cada
uno intentando sobrevivir sin importarle demasiado al otro. Esto no
puede convivir mucho de esta manera.
Si logramos recuperar ese patrón
vibratorio corporal y del alma, podremos sanarnos, siempre y cuando
la enfermedad ya haya cumplido o casi cumplido su cometido evolutivo.
Existe una energía sanadora externa
que es cuando pedimos ayuda desde el alma. Una energía que activáis
vosotros pero que se impulsan desde otros lugares, otros seres, otras
existencias, otros planos. Vosotros os convertís en canales por donde pasa esa energía. Entonces desde otros lugares nos abren
portales dimensionales que nos acercan a existencias o planetas
dispuestos a comprender y evolucionar.
Y existe la energía sanadora interna.
Cuando nuestra alma es capaz por ella misma de sanarse porque tiene
el patrón vibratorio de cuerpo y alma en consonancia y no necesita
ninguna ayuda externa para hacerlo. Entonces nuestra alma es capaz de
viajar a través de portales dimensionales que nos acercan a otras
existencias.
Lo hagamos como lo hagamos, la sanación
nos conecta con el Todo.
Por tanto, buscaremos la danza
vibracional entre nuestra alma y nuestro cuerpo físico para ser
conscientes de que es igual a la vibración universal y así conectar
con la sanación, ya sea interna o externa.
No olvidemos que el concepto de
sanación no significa curar enfermedad. Es un concepto universal
mucho más amplio que comprende muchos aspectos evolutivos de la
persona.
La sanación es un proceso evolutivo
muy personal y cada uno la comprende de una manera diferente. 1000
maneras de sanar, 1000 maneras de ayudar y ser ayudado.
Quizá penséis que hallar esa sintonía
entre vibración corporal y álmica es una tarea imposible. Sí, si
la visualizamos como un concepto general y que sólo puede funcionar
si conseguimos derrumbar todas las barreras y límites. Esa creencia
nos limita. Y en la vida humana, por suerte, los logros que se
consiguen después de un camino lleno de aprendizajes y dificultades
son integrados en la persona cambiando su esencia. Así, poco a poco,
tomando conciencia, meditando sobre ello, practicando, confiando y
con la ayuda de los seres de alta vibración, iremos andando el
camino hacia la sanación individual y colectiva.
El Amor a nosotros mismos y a los
demás, el respeto por lo que viven y sienten las demás existencias
es el mejor proceso sanador que pueda existir. Amarte y amar sin
condiciones.
Meditación
Cierre de Encuentros de Luz
Daremos fin a la sesión compartiendo impresiones, experiencias, pensamientos, sensaciones que se hayan tenido, quien así lo desee.
Repartiremos los mensajes canalizados.
Ofreceremos una oración de agradecimiento a los presentes, los Guías y seres de Luz.
Gracias, gracias, gracias.
Lugar:
BlueMoon Dansa Pilates Ioga,
BlueMoon Dansa Pilates Ioga,
Avinguda Mónaco, 37, 08917, Badalona.
Fecha y hora:
Viernes, 12 de octubre a las 19 horas.
Viernes, 12 de octubre a las 19 horas.
Recomendaciones:
Agua.
Ropa cómoda, a ser posible de colores
claros.
Esterilla, cojín o mantita para taparte
durante la meditación.Contacto:
Si quieres asistir a Encuentros de Luz o quieres contactar para recibir más información puedes encontrarme a través de facebook o gmail.
encuentrosdeluz.agartam@gmail.com
https://www.facebook.com/Encuentros-de-Luz-209847059572895/