La
formación de una estrella o de un sistema planetario puede parecernos un
proceso complejo si lo miramos desde una visión lejana y de no querer o poder
comprender. Pero desde la comprensión cosmológica estamos observando la
sencillez en su más pura esencia.
Podemos
conectar con esa sencillez porque fluye a nuestro alrededor en cada
inspiración, en cada visión y en todo lo que nos rodea.